Atapuerca. Día once
La sorpresa del día ha sido la visita a la cueva de "El Portalón de Cueva Mayor". Entre las cuevas a las que da entrada se encuentra el "Salón del Coro", impresionante. Hay que bajar por un camino a oscuras (hay que llevar linternas) y al final te encuentras con una inmensa oquedad donde viven las estalactitas a sus anchas. La sensación es casi la misma que sentí con los enterramientos en El Mirador y, como siempre, la explicación fue emocionante y todo lo que suponen el conjunto de los yacimientos y pensar en las generaciones que tendrán que excavar hasta dar respuestas a tantas incógnitas como se plantean, es lo que me hace seguir con ilusión todos los pasos previos.
Mañana es el último día de esta experiencia y aunque tengo ganas ya de ver a los míos y envolverme en mi vida "normal", lo cierto es que me hubiera gustado quedarme, al menos, una semana más. Muy buena gente, curiosos y curiosas como yo que dedican mucho tiempo de sus vidas a la investigación. Esto se acaba, amigos... pero habrá más oportunidades de ilusionarme, sin ir más lejos, en Los Bañales.
Mañana es el último día de esta experiencia y aunque tengo ganas ya de ver a los míos y envolverme en mi vida "normal", lo cierto es que me hubiera gustado quedarme, al menos, una semana más. Muy buena gente, curiosos y curiosas como yo que dedican mucho tiempo de sus vidas a la investigación. Esto se acaba, amigos... pero habrá más oportunidades de ilusionarme, sin ir más lejos, en Los Bañales.
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