jueves, 25 de diciembre de 2008

Navidad


Me gusta que el invierno sea invierno. Los días fríos rozando el 0, en los que te apetece coger el libro y pegarte toda la tarde leyendo tu favorito del momento (genial "Los hombres que no amaban a las mujeres" de Stieg Larsson), tumbada en el sofá con los gatos bajo la manta.
Me gusta que entre la niebla y el vaho del aliento, salga el sol e ilumine las calles por las que camino, el hielo en las plantas, las telas de araña, perfectas, y heladas por la rosada fría de la madrugada.
Y la casa con los sonidos de los niños guardados en alguna otra dimensión que solo percibo con los recuerdos. Más tarde echaré de menos, ahora disfruto de esta calma.
Me arrebujo en la manta, sonrío y comienzo un nuevo capítulo

martes, 16 de diciembre de 2008

Era inevitable

Sucedió, tenía que pasar un día u otro, la fecha es propicia, la edad también: mi niña pequeña ya sabe quién somos los Reyes, Papá Noel y el Ratoncito Pérez.
Todos en su clase lo comentaban, lo afirmaban machaconamente, y yo me he visto en el brete de contarlo. Y no son sólo sus castillos en el aire, su imagen de mundo mágico, lo que se ha caído, sino también otro pedazo de los míos. Ya no habrá montajes escénicos, estrellas fugaces o llamadas intempestivas en noches señaladas. Por ende, además, han caído varias figuras. Hasta el propio Dios se ha puesto en entredicho, y yo no se cómo explicarle que su madre todavía cree en hadas, duendes, ángeles y demás multitud de seres invisibles.
Pero no termina de creérselo del todo, todavía anda buscando explicación a hechos extraordinarios, y no... no voy a explicárselo todo, creo que es necesaria una pizca de polvos de hada en nuestras vidas. Por más que físicamente se explique que las estrellas y la luna no se caigan en nuestras cabezas, no le quita su belleza; por más que los globos oculares se estudien en el colegio, no explica que, al mirar a los ojos, a veces se descubran ángeles o demonios.
No se lo que primará al final, si la desconfianza por la mentira, o la ilusión por ver más allá de nuestros sentidos.
Estoy un poco triste.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Me gusta Bilbao


Creo que ya lo dije... me gusta venir a casa de mi amiga Andrea, con sus gatos, su galería de arte en casa, ese piso en el casco viejo. Me gusta también pasear por sus calles, con o sin lluvia, siempre repletas de personas, en su mayoría, personas extraordinarias. Sus balcones, sus edificios, la ría. Siempre me siento de aquí, aunque me guste beber vino blanco de Rueda, o despliegue mi acento maño.

lunes, 8 de diciembre de 2008

La felicidad es como una mariposa...


... cuanto más la persigas más te eludirá, pero si vuelves tu atención a otras cosas, vendrá y suavemente se posará en tu hombro" (Hawthorne)
Es una frase que memoricé en la adolescencia y que he guardado como mi "sentencia" favorita, y viene "al pelo" de un meme (¡hacía tiempo!) que me manda mi muy querido Vito.

1. Escribir seis cosas sin importancia que nos hagan felices
2. Poner el enlace de la persona que nos ha elegido
3. Poner las reglas en el blog
4. Elegir seis personas para continuar el desafío
5. Avisar a estas personas y dejar un comentario en su blog

No pienso elegir a nadie para enviar el meme jejeje, así que quien quiera continuar es libre. Y como bien dice Vito, es un contrasentido pensar que son cosas sin importancia todo aquello que nos hace felices. Pero se entiende como "sin importancia", supongo, a pequeños detalles que se hacen grandes porque nos transmiten momentos felices.
¡Al grano! no tengo seis... ¡tengo como seiscientos! (granos no, momentos jejejej), porque me suelen emocionar bastantes cosas y tengo el privilegio de disfrutar con casi todo. ¿He dicho "al grano", no?
- Reír y ver reír. Sonreír y ver sonreír.
- Oler las rosas, el jazmín, los geranios, cualquier flor o planta que transmita buen olor. Ir caminando y de pronto descubrir una fragancia que viene de algún lado. Una siente que está viva y es feliz.
- Abrazar y que te abracen. Soy apocada pero he descubierto la fuerza de los abrazos, de los cuales hago uso y abuso.
- Que mis niños me cuenten sus cosas, conversar mucho tiempo con ellos, encontrar esos puntos que nos unen además del grupo sanguíneo.
- Quedarme las mañanas de los fines de semana o fiestas "de guardar" hasta tarde en la cama, leyendo, dormitando, pensando (o no...).
- Tomar conciencia de la naturaleza en un entorno muy urbano. Por ejemplo: caminar por una gran urbe y percatarme de una maceta en un balcón, un gorrión en un charco, o una golondrina en un tendedor.
- Mirar las cigüeñas en la torre de la Iglesia.
- La mirada de un niño o un bebé, si ya te sonríe es lo más...
- Pisar el suelo frío a las mañanas, cuando te levantas con el pié izquierdo o el derecho.
- Arrebujarme entre las sábanas de algodón.
- Que me acaricien la nuca o el pelo de la cabeza.
- Tender la ropa en una noche estrellada.
- Mirar la luna llena.
- Una estrella fugaz (es decir... un meteorito)
- El arco iris.
- La lluvia, las tormentas.
- La mar. Flotar entre las olas.
- Caminar.
- Leer.
¿Decía seis? ah, bueno... no me gusta cumplir a rajatabla los MeMes jejejeje