El pepino y el dolor de cabeza
Estaba pelando unos pepinos para hacerme una ensalada y, de pronto, recordé cómo mi madre se pone siempre los extremos en las sienes. Se que alivian el dolor de cabeza y, aunque no sea ahora el caso, he repetido el gesto.
Son detalles que vas recordando conforme te vas haciendo mayor, antes, en la vorágine de la adolescencia o cuando los niños pequeños, el trabajo, los amores o cualquier otra cosa, nos reclaman atención no nos llega a la mente.
También la recuerdo leyendo novelas de amor o tarareando "ese toro enamorado de la luna". Mis padres se van haciendo muy mayores, el cerebro de mi madre va perdiendo facultades a la par que su corazón se va dulcificando y temo terriblemente el momento de las ausencias...
Carpe diem, disfrutemos de las personas que mas queremos cuando las tenemos