En bici
Creo que aprendí a ir en bici el verano que cumplía mi primera comunión. Por aquel entonces te regalaban una bicicleta, era de los obsequios más valiosos, no como ahora que cuando llega el día no se sabe qué regalar porque ya lo tienen todo. La mía fue blanca, una BH, y la usé durante años por toda clase de caminos y calles. Me enseñó a utilizarla mi padre y luego lo ha seguido haciendo con todos sus nietos.
Ayer mi hija pequeña dió su primer paseo. El año pasado le quitamos las ruedas pequeñas pero no se atrevió casi a cogerla. Este año ha partido de ella la idea de lanzarse a las dos ruedas y mi padre, con 80 años, le ha ayudado a dar el empujón. También ha sido su primera caída, y hasta la segunda, pero solo le falta acostarse en la cama con su bici rosa de princesas.
Quiere que demos paseos juntas ¡lo estoy deseando!