miércoles, 23 de septiembre de 2009

Anoche soñé que iba desnuda por la calle y nadie parecía extrañarse. Me encontraba en buena compañía e íbamos juntos como si la falta de ropa no importara nada. Fuimos a parar a una casa deshabitada y desvencijada, pero ya entonces estaba sola (los sueños son como películas donde hay escenas que se cortan no se sabe muy bien por qué), en las paredes aparecían direcciones de internet que yo iba apuntando en una libreta como si se tratase de palabras en sánscrito que tuviera que traducir en un futuro.
Era curioso que el pudor no me venciera, solo en algún instante me preguntaba (siempre con mi "gran" autoestima) por qué mi compañero no parecía avergonzarse de mis orondas y maduras carnes al aire. Recuerdo que en el propio sueño pensé que algo en él me estimaba y... hasta le gustaba.
Pienso que no está bien que a todo el mundo me muestre desnuda, debo resguardar mi intimidad porque no todos son capaces de apreciarla. Pero soñar con una persona a la que ¿quiero? y, además, estar desnuda, no acabó en pesadilla sino con una agradable sensación de bienestar conmigo misma.

5 navegantes:

LOLITA LOP dijo...

los sueños son extraños , yo a veces alucino con lo que mi mente es capaz de presentarme algunas noches . La verdad es que ´últimamente mis sueños no son agradables ...

Y lo de la desnudez , que contarte , nos hacemos cada lío mental con nuestros complejos .... con lo estupendas que somos todas y cada una en nuestro estilo

bueno mar , un besazo y a ver si esta noche nos toca erótico ;)

siouxie dijo...

Yo creo que soñar con la propia desnudez, tiene relación con la vulnerabilidad de una.
Yo también he soñado a menudo con la mía más de una vez.
Ains, qué cosas.

Cosechadel66.es dijo...

Pues parece un sueño muy agradable, ahora sólo tienes que probar el próximo verano en una playa nudista...

Carpe Diem

Asir dijo...

Próximamente se abrirán calles nudistas en las principales ciudades de los sueños, eso sí, apartadas del centro histórico para que los turistas no se distraigan y sigan visitando vestidos las catedrales.

Anónimo dijo...

Sueños... ecos que nos evocan palabras y acentos. Me ha gustado tu texto.